"Devolver el casco"

Es el título de un artículo mío del número actual de la revista Ae que ha salido en medio de una nueva propuesta normativa europea sobre la misma temática. Y eso justo antes de la inminente entrada en vigor de la “Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular”…
Lo que formaba parte del proceso de compra hace sólo pocas décadas se abandonó prácticamente al completo en el ámbito doméstico. Muchas personas recordarán la devolución especialmente de envases de vidrio –agua gaseada, leche, garrafas de vino, cerveza hasta coca-cola- y que permitía recuperar algún “duro”. Actualmente, visto el desastre de la acumulación de residuos, el desarrollo de una industria importante de reciclaje, la escasez de recursos en general y la emergencia climática en concreto, es momento de volver a estas costumbres.
Es obvio que los envases de usar y tirar, no sólo de productos alimentarios, han llegado a suponer un volumen de “desperdicio” de recursos naturales insostenible. Lo que en algún momento del pasado no existía o se fabricaba con materiales naturales, en las últimas décadas se ha convertido en parte de la estrategia de marketing de los bienes de consumo; a veces vale más la apariencia que el contenido. Al mismo tiempo, ha contribuido que cada vez haya más distancia entre el lugar de producción con el de consumo, con lo cual abundan embalajes protectores y sobreenvases.
Para darle la vuelta, desde Bruselas ya se llevaba tiempo buscando soluciones urgentes en la línea de evitar y prohibir el uso de plástico en ciertos productos (bastoncillos, platos y cubiertos, pajitas, etc.) mediante la Directiva UE 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, que en España se convirtió finalmente en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta última, apuesta como primera opción por la reducción de embalajes y el aumento de envases recuperados para su reciclaje.
Sólo en caso de no cumplir con los objetivos fijados en 2023/2027 a nivel nacional, se implantaría en todo el territorio un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR). La misma ley introduce también una medida de fiscalidad verde que consiste en un impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables que afectará de forma decidida envases de bebida pero también los crecientes recipientes de platos preparados o de comida para llevar. Sin embargo, queda por ver si el impacto económico será percibido por el consumidor, ya que el impuesto a aplicar se ha fijado en 0,45 EUR más IVA por kilogramo en origen (fabricante o importador) lo que se traduciría en un céntimo en origen por cada 22 g de envase.
No obstante, parece que se esté percibiendo la emergencia y estos días ha salido una nueva propuesta de la Comisión Europea (COM(2022) 677 final "on packaging and packaging waste, amending Regulation (EU) 2019/1020 and Directive
(EU) 2019/904, and repealing Directive 94/62/EC") sobre normas para envases de productos para toda la UE para que todos ellos sean reciclables en 2030, para prevenir que se generen residuos y crear un mercado de materias primas secundarias que funciones correctamente con el fin de que aumente el uso de plásticos reciclados con objetivos obligatorios. A parte de otras medidas claras, y para evitar el envasado innecesario, se quiere prohibir determinadas formas de envases, tales como los de un solo uso para los alimentos y bebidas consumidos en restaurantes y cafés, los de un solo uso para frutas y hortalizas, las botellas miniatura de champú y otros envases miniatura en los hoteles. Con todo esto se podría ahorrar recursos de todo tipo (materias primas, energía, agua, etc.), y al mismo tiempo se considera que también se generarían nuevas oportunidades de negocio y de creación de empleo.
Ahora falta ver si el Estado español acelera la estrategia articulada en la Ley 7/2022 a entrar en vigor dentro de pocas semanas, ante muchas críticas desde la industria y las organizaciones empresariales y muchas dudas a la hora de llevarla a la práctica por parte de las empresas afectadas.
(El artículo original, sin tener en cuenta esta nueva propuesta europea, analizando también lo que ya se está haciendo en el sector de la producción agraria ecológica y desde una visión de consumo responsable, se puede consultar en la revista Ae Revista Agroecológica de Divulgación, nº 49, otoño 2022.)
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